domingo, 30 de septiembre de 2012

Retorno a una nueva vida


Paz, tranquilidad y armonía… Tres sensaciones difíciles de sentir en un lugar en éste mundo… ¿Estaré muerto? No veo nada a mi alrededor. El pasillo parece ser muy pequeño como para que pueda irme fuera del camino. Y la obscuridad, opacada por tan solo esa luz blanca al final del camino. Si, parece que éste es mi fin.
Con paso lento, comienzo a recordar y considerar todos aquellos momentos en los que desperdicie preocupándome por cosas insignificantes y enojándome por pequeños errores. Y ahora, poco a poco camino a lo que hay detrás de éste mundo, llegando al otro lado de la vida a comenzar una nueva era… Si existe una.
Recuerdo el último momento en que tuve los ojos abiertos. Mi novia iba a mi lado, llorando y rogando porque no terminara nuestra relación. Me abrazaba e intentaba detenerme. Y yo, enfadado… Decidí no escucharla. Ahora que me siento más tranquilo, creo que debí hacerlo, seguramente ella tenía razón y ese hombre, el tal Panchito, la beso en contra de su voluntad. ¡Cómo desearía tenerla a mi lado ahora!
Mi querida novia, mi hermoso y apasionado vicio a sus besos y caricias… Desearía nuevamente sentir tus manos y labios al desvestir mis ropas en aquellos momentos de magia. Pero ahora, sólo en éste camino, no me queda más que considerar aquellos instantes que no volverán jamás.
Ella era una mujer hermosa. Era alta y de cabello rubio, largo y ondulado. Sus ojos parecían mostrar el azul del cielo, y su piel era de color claro y de suave consistencia. ¿Cuánto debe extrañarme? Seguramente llora por mi ausencia y se culpa por aquel momento de mi idiotez. “¿Cómo poder verte mi princesa?” No dejo de buscar la manera… Entonces… ¿Qué sigo haciendo en un camino que no quiero seguir? Es aquí cuando he decidido cambiar de opinión y regresar por el camino que he estado recorriendo. Éste no es mi fin, yo debo regresar con ella… Oh mi amada musa, ahora vuelvo a ti.
En un cuarto de hospital, el médico atendía a un joven hombre que atentó contra su vida. Los médicos hacían todo lo posible por rescatarlo.
-       Ya no podemos hacer más – dijo uno de los médicos – el joven ha muerto. Hora de muerte 11:45 pm, avísenle al familiar.
La chica, preocupada, esperando con impaciencia noticias de su novio, recibe un mensaje en el celular, al que ella no le da importancia. De pronto, un hombre sale a dar informes.
-       Familiares del paciente de la cama 5 – gritaron desde la puerta.
En el corazón de la chica se hizo un hueco.
-       Soy la novia – dijo la chica mientras se acercaba.
-       Lo sentimos, su novio murió – diciendo esto, el hombre le entregó los objetos personales que había tenido el joven cuando se le había encontrado herido en un callejón.
La chica comenzó a gritar del dolor que la cubrió. Ella no dejaba de sentir culpa por no disculparse con él antes de que todo eso se complicara así. Lloro y lloro por un largo rato… Entonces sacó su celular, y cuando lo hizo, vio un mensaje registrado del teléfono de su novio. Hora de llegada del mensaje: 11:52 pm.
“Oh mi querida musa de todas mis locuras, se que ésta partida te debe doler, pero no llores más por mí, que yo nunca me iré… Siempre que lo necesites estaré ahí… Seré tu sombra, tu luz y tu camino a seguir cuando lo necesites. Por favor no te rindas y luchemos ahora, más juntos que nunca.”
Con amor
“Tu más apasionado admirador”

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